EL LEGADO DE JIMMY CARTER
- Arturo Valdez
- 21 nov 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 22 nov 2023

Humanismo y Estados Unidos son términos que, para ser asociados positivamente en la misma oración, se requiere un poco de imaginación y un poco más de licencia creativa. En este sentido, la presente entrada tiene por objeto hacer un muy breve repaso de la amplia trayectoria de Jimmy Carter, un líder que redefinió las formas de ejercer el poder desde la presidencia y, sobre todo, desde la postpresidencia.
A finales de febrero de 2023 el Centro Carter publicó, a través de su cuenta de Twitter, la decisión del expresidente James Earl Carter —39° mandatario de los EE. UU. — de entrar en cuidados paliativos en su hogar, haciendo evidente que una carrera de 99 años estaba entrando en su etapa final (The Carter Center, 2023). En un primer momento, este anuncio motivó al que escribe a leer un poco más sobre el personaje y propició diversas preguntas, entre ellas ¿qué ha significado el liderazgo Carter para el mundo?
Primero, en lo que respecta a su tiempo en la Oficina Oval (1977-1981), la presidencia de Carter se caracterizó por intentar reenfocar la Política Exterior de Estados Unidos hacia una tendencia menos intervencionista, con mayor énfasis en los Derechos Humanos. A forma de contexto, es importante recordar que su país venia de dos fracasos de gran relevancia: Al externo, la franca derrota militar y geopolítica sufrida en Vietnam. Al interno, el escandalo Watergate y posterior renuncia del último mandatario electo mediante el voto popular, apenas unas horas antes de ser sometido a juicio político por el Congreso (Schmitz and Walker, 2004). En este sentido, Carter vio en la crisis una oportunidad para construir nuevos cimentos de gobernanza, e.g. impulsó la creación de un departamento dedicado a la protección del medio ambiente, favoreció el uso de energías renovables, promovió la limitación del uso militar del poder atómico con la URSS, fomentó exitosamente la paz entre Egipto e Israel, y estableció relaciones diplomáticas oficiales con China (Reichard, 1990).

Pero, a pesar de sus buenas intenciones, la administración Carter tuvo una manifiesta incapacidad para producir soluciones efectivas a dos crisis interrelacionadas: una en materia de seguridad exterior y la otra energética. Si bien ambas situaciones fueron en una parte heredadas y en otra parte provocadas —directa e indirectamente— por este cambio de rumbo en la Casa Blanca, lo cierto es que el conflicto de los rehenes norteamericanos en manos de Irán, y la crisis energética auspiciada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que a la postre derivaría en una recesión económica importante, dañó irremediablemente la posición de liderazgo de Carter, así como la percepción de su capacidad ante el electorado de Estados Unidos (Schmitz and Walker, 2004), (Reichard, 1990). Al final, tanto los enemigos en el exterior como el partido republicano aprovecharon ambas crisis para avanzar sus intereses particulares, con las devastadoras consecuencias conocidas por los interesados en esta historia, pero ajenas al objeto del presente texto.
No obstante, ese no fue el final. Resulta interesante que la mayor parte del trabajo de Carter, en cuanto a promover la democracia y los Derechos Humanos, fuera realizado una vez que este dejó la presidencia, apenas 4 años después de su elección. Antes de Jimmy, los presidentes solían retirarse del todo de la vida pública. Fue a través de la inédita fundación del Centro Carter, en 1982, que el exmandatario continuó ejerciendo su influencia y soft power para lograr objetivos concretos, en muchos casos no circunscritos al espacio geográfico de Estados Unidos (Gibbs and Duffy, (2013). De esta forma, en la postpresidencia de Jimmy Carter es posible encontrar un exitoso observatorio internacional de elecciones, participación ciudadana, transparencia y gobernanza por la paz; con presencia en 40 países hasta el momento. Entre sus hitos, destacan la eliminación —en 99.99%— de la dracunculosis (enfermedad provocada por el gusano de Guinea); sus iniciativas en favor del acceso general a la salud para poblaciones vulnerables, incluida la atención a la salud mental; así como las actividades encaminadas a favorecer las negociaciones de paz en zonas de conflicto armado (The Carter Center, 2023).

No es adecuado, sin embargo, extender el prestigio de voluntad democrática que representó el cuatrienio Carter ni sus esfuerzos posteriores, al resto de los ocupantes de la Casa Blanca, y tanto menos a la Estructura que representan los Estados Unidos. La instrumentalización política de principios liberales, interpretados exclusivamente desde la perspectiva occidental (Bull, 2012), por parte del hegemón norteamericano constituye, a pesar de Carter, todavía la principal directriz de su Política Exterior, y también sigue siendo su forma más efectiva de reunir apoyo social, dentro y fuera de Estados Unidos, sustentado, o mejor dicho, construido a partir de analogías maniqueas sobre rupturas traumáticas (Arendt, 2018), e.g. el estratégico repudio al Estatuto de Roma sobre crímenes contra la humanidad y a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, reconocida por la presidencia de Clinton —convenientemente apenas 20 días antes de concluir sus 8 años de mandato— menos de un año antes a la invasión a Irak por parte de la administración Bush tras el 9/11 (Human Rights Watch, 2002).
En conclusión, resulta relevante recalcar lo prematuro del presente repaso, así como su interpretación desde una posición estrictamente personal de buena fe hacia la figura. Las consecuencias de la trayectoria de Jimmy Carter aún están tomando forma, y seguirán desarrollándose en las décadas que están por venir. Al tiempo.
Ahora bien, y a manera de postdata —así como de mero “sentido feminista” (Enloe, 2014)—, en lo que al legado Carter corresponde, es indispensable reconocer a Rosalynn Carter, su esposa, i.e. ex primera dama de los Estados Unidos, quien falleció apenas este pasado 19 de Noviembre de 2023, a los 96 años de edad, 75 de los cuales vivió junto a Jimmy (The White House, 2023), y quien dedicó su carrera a consolidar este legado; ejerciendo de forma progresista, junto con su esposo, el poder desde el histórico epicentro Estructural del atropello voluntarioso de Derechos Humanos en el mundo.
Bibliografía
Arendt, H. (2018) The Human Condition. 2nd edn. Chicago, London: The University of Chicago Press.
Bull, H. (2012) The Anarchical Society: A Study of Order in World Politics. 4th edn. New York: Columbia University Press.
Enloe, C.H. (2014) Bananas, Beaches and Bases: Making Feminist Sense of International Politics. 2nd edn. Berkeley: University of California Press.
Gibbs, N., and Duffy, M. (2013) The Presidents Club: Inside the World's Most Exclusive Fraternity. 1st edn. New York: Simon & Schuster.
Human Rights Watch (2002) ‘United States "Unsigning" Treaty on War Crimes Court.’ Human Rights Watch. Disponible en: https://www.hrw.org/news/2002/05/06/united-states-unsigning-treaty-war-crimes-court (Accesado: 14/06/2023).
Reichard, G.W. (1990). ‘Early Returns: Assessing Jimmy Carter’. Presidential Studies Quarterly, 20(3), 603–620. Disponible en: http://www.jstor.org/stable/40574538
Schmitz, D.F., and Walker, V. (2004). ‘Jimmy Carter and the Foreign Policy of Human Rights: The Development of a Post-Cold War Foreign Policy.’ Diplomatic History, 28(1), 113–143. Disponible en: http://www.jstor.org/stable/24914773
The Carter Center (2023) ‘Peace Programs.’ The Carter Center. Disponible en: https://www.cartercenter.org/ (Accesado: 14/06/2023).
The White House (2023) ‘James Carter. The 39th President of The United States.’ The White House. Disponible en: https://www.whitehouse.gov/about-the-white-house/presidents/james-carter/ (Accesado: 13/06/2023).
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